Generalmente, en nuestros almacenes interactúan estanterías, carretillas y personas. De esta combinación pueden surgir de forma habitual situaciones de peligro que den lugar a estanterías dañadas.
Como hemos incidido es artículos anteriores, el uso de las estanterías provoca su deterioro y esto es debido fundamentalmente a la interacción entre máquinas de manutención (carretillas) en las operaciones de carga y descarga, así como en las maniobras de circulación y aproximación a las estanterías.
Si no sometemos a nuestros sistemas de almacenaje a inspecciones periódicas, esto puede dar lugar a que en nuestro almacén tengamos estanterías dañadas, las cuales verán disminuidas sus prestaciones originales (capacidades de carga) o lo que es peor, pueden llegar a provocar accidentes con consecuencias verdaderamente negativas para bienes y personas.
A continuación, mostramos imágenes de estanterías dañadas
No todos los daños son tan evidentes como los que mostramos en estas fotos. Otros daños son menos visibles y potencialmente pueden ser incluso más peligrosos. Debemos actuar sobre las estanterías dañadas. Esto es algo que parece evidente pero en ocasiones, y aún pareciendo increíble, se mira hacia otro lado y se siguen utilizando las estanterías dañadas.
La normativa actual vigente recoge el estado de la técnica exige que las estanterías sean inspeccionadas por un experto independiente al menos 1 vez al año.
No debemos dejar que las estanterías de nuestros almacenes queden sin inspeccionar. Debemos establecer la realización de inspecciones visuales con un plan de mantenimiento para las estanterías.
La responsabilidad de mantener la seguridad de nuestros almacenes y nuestros sistemas de almacenaje es de todos.